Levanta los ojos de mirar al piso. Sube tu cabeza y mira al cielo. Abre tus brazos y deja que el viento, el sol, el frio, la lluvia o el calor te acompañen, te llenen de energía. Sé diferente, no te encasilles, no vayas como un ratoncito detrás del queso. Detente, obsérvate, deja que las emociones salgan y luego recoge.. Read more