En 1992 entré a estudiar a la Universidad, tenía 18 años y miles de millones de expectativas y sueños por cumplir.  A Tatiana Montaña, mi mujer con cojones de esta oportunidad, la conocí en ese entonces.  Si mal no recuerdo fuimos compañeras en ese arranque de nueva vida.  La recuerdo pausada, divertida y con rasgos bohemios.  No fuimos muy amigas y estuvimos en medio de rencillas un poco infantiles e inmaduras, nada que no se supere con los años cuando la madurez hace su entrada en la vida. 
Hace un tiempo, nos volvimos a encontrar por temas de la vida. El reencuentro vino con la correspondiente actualizada de cuaderno la cual fue larga, un par de horas en Skype hablando de las miles experiencias que hemos vivido desde que nos graduamos.   En esa conversación me enteré que unos años atrás,Tatiana había decidido dejar de lado su carrera en el mundo corporativo, crear una fundación y montarse en la montaña rusa de la emocionalidad de la incertidumbre.

Hacer esta columna me llevó tiempo, no me fue fácil ordenar mi cabeza alrededor de recordar cosas de pasado y ver lo que hoy en día muchas mujeres de mi generación estamos buscando.  En cada columna que escribo, en cada entrevista que hago encuentro un pedazo de mí.  Me estoy haciendo amiga de la vulnerabilidad y cada día que pasa el abrir el alma, y el descubrirme en mis letras me devuelve aire, y me inyecta energía y tiempo. �

Aquí vamos:

P: Tati … ¿Qué es Fuente de Paz?

R: Somos una asociación sin ánimo de lucro que mediante la lúdica, educación experiencial y artística buscamos empoderar a los niños de las comunidades más necesitadas y apartadas de Colombia.

P: ¿Por qué dejar el mundo corporativo por montarse en una labor titánica como lo es una fundación?

R: Más allá de mi historia personal, soy una convencida de que los sueños hay que cumplirlos. Nuestro país necesita manos que ayuden aempoderar la niñez. En ellos está el futuro y en nuestras manos el enseñarles a construirse de forma diferente.  Nuestro país necesita PAZ.

P: La labor que realiza Fuente de Paz es realmente linda, entiendo el que uno pueda involucrarse al 100% con una causa como los niños, pero … ¿Cómo maneja uno la dicotomía entre ganar y no ganar? Entre ser … ¿Con ánimo de lucro y sin ánimo de lucro? – ¿Teniendo en cuenta que esto último no quiere decir que uno no quiera, necesite o deba generar un ingreso para uno?

R: Considero que tengo muchos privilegios. Es verdad que uno está en dicotomía muchas veces entre si debo ganar o no y cuánto, pero a medida que va pasando el tiempo  uno se involucra tanto con la causa y se identifica tanto con lo que hace, que no solo las cosas comienzan a fluir sino que a uno mismo se le olvidan muchas de las cosas que cree que son “necesidades”.  Quiero y trabajo por una sociedad equitativa.  Cuento con la fortuna de tener voluntarios en la fundación que se entregan y dan lo mejor de sí pero cuando uno se mete en estos temas y se monta en el barco de tener una fundación tiene que tener claro que�“con hambre es difícil generar bienestar”.

P: ¿Qué tan difícil es conseguir los fondos para poder generar ese bienestar?

R: Cuando se habla de una fundación o de una organización sin ánimo de lucro, la gente está acostumbrada al Mercadeo del Dolor.  En nuestro caso optamos por no mostrar esa cara de la moneda, sino más bien jugárnosla por el lado de mostrar a los niños sonriendo, saltando.  El hecho  de no manejar el discurso del dolor hace que el reto sea aún más difícil. Para recaudar fondos hay que aprender a hablar diferentes idiomas: El de la empresa privada, el del Estado y el de los seres humanos del común.

P: ¿Cómo se deja de lado el ego, la rabia, la frustración en estos procesos para no desfallecer y llegar a la meta?

R: Al principio fui “muy” víctima del sistema. Mi discurso y mi pensar eran algo como: No me valoran, la gente no lo entiende, todo el mundo es malo, voy en contra del sistema.  Un día simplemente me senté y dije … Si voy a seguir en esto tengo que encontrar cómo venderlo. �Abrí todos los sentidos, comencé a escuchar y a escucharme. Me inspiré en los mismos niños a quienes estábamos llegando, me di cuenta que de ellos estaba aprendiendo mucho, y simplemente me fijé en todas aquellas formas en que podemos dañar, viciar la vida de un niño y a partir de ahí comencé a estructurar un discurso en positivo, un discurso que me ayudara a no mostrar la cara del dolor, sino el producto que se obtiene cuando mostramos la cara de felicidad porque la hemos construido.  Quiero paz … Siembro Paz.�

P: ¿Cuáles son los focos de resistencia que se encuentran en el camino?

R: Ufff … Uno se queda muy sólo. El tema financiero es clave, si no hay dinero para sostener la causa, la gente empieza a bajarse del barco y sostener la fe es difícil.  Desde mi papel he aprendido a valorar cada cosa que hacemos … cuando me metí en todo este rollo tuve que escuchar que me dijeran una y otra vez que estaba loca.  No se valora el emprendimiento social de la misma forma en que se valora el arrancar una compañía con ánimo de lucro.  Aprendí a ser paciente, a escoger sabiamente las personas que están a mi lado.  Hay foco de resistencia en la familia, en los amigos, en los conocidos.

P: ¿Qué consejos le daría hoy en día a una persona que quiere emprender una causa social?

R: Planear, hacer un inventario de ideas y por otro lado de conocimientos.  Todos los vacíos de información y conocimiento deben identificarse.  Hay que poder ver el “big picture” desde aprender a hablar con un contador y entenderlo hasta poner a rodar la idea de mercadeo que se tenga. Hay que convertir la idea que se tenga en un proyecto real y sólo de esta forma podrá saber qué debe estudiar, qué debe aprender o como asesorarse mejor y conseguir los aliados necesarios para llegar a la meta.  Pero lo más importante es HACERLO. �

P: ¿Cuál es el principal motor para seguir?

R: Lograr que millones de niños en mi país conozcan cómo vivir y sembrar PAZ.

P: El que piensa pierde … Definición de:�

Lealtad: Compañía, construir conjuntamente.

Amor: Entrega, aceptación.

Niñez: Amor, alegría, lealtad, belleza, gratitud, ingenuidad, vulnerabilidad.

Amistad: Para bien o para mal … estar juntos.

Futuro: Por construirse … no existe.

Maternidad: Es el amor más grande que se puede sentir.  Responsabilidad inmensa.

Matrimonio: Caminar juntos, construir juntos.

Mi gratitud para Tatiana y su proyecto es infinita … Por nuestros hijos y por el futuro.  Sembremos Paz!.�

Para mayor información: http://www.somosfuentedepaz.org/