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La magia de la GRATITUD

La magia de la GRATITUD

La magia de la GRATITUD

“Quisiera una casa más grande”

“Quisiera un carro diferente”

“Quisiera unas vacaciones de dos meses”

“Quisiera el cuerpo que tiene … “

Quisiera, quisiera, quisiera …

¿Si te dijera que cada vez que sale de tu boca una frase como esas, alejas de ti la abundancia, la salud, el bienestar, el fluir?

¿Si te dijera que cada vez que dices algo que va en contra de lo linda que es la vida es como si le estuvieras cerrando la puerta a la plenitud?

Alguien me preguntaba si devolvería la película y haría “skip” de este 2020, y aunque no niego que de mi boca sale al menos una vez cada dos días, algo como “quiero que llegue Diciembre”, mi respuesta a la pregunta fue NO.  La pandemia ha sido mi encuentro obligado con la famosa frase “walk the talk”, una frenada en seco que me obligó a vivir de verdad el minuto a minuto, el día a día, con lo que va llegando, con las puertas que se cierran y las ventanas que se abren.

Desde marzo 11 para mí, día que tengo grabado como el último o uno de los últimos, antes de entrar a cuarentena(s), he vivido día a día las emociones como llegan, tal como lo enseño, las observo, las siento, les pongo nombre, las asumo y hago mi mejor esfuerzo por bailar con ellas.  Jamás me imaginé que la vida me fuera a poner de frente una forma tan clara de poner en práctica aquello de vivir el momento presente.  Mi cabeza me ha retado todo este tiempo, he llorado, he reído, he tenido momentos de aburrimiento y otros de hiperactividad y creatividad infinita. He puesto en práctica todo lo que enseño, he quitado del portafolio cosas, he incluido otras, he mirado la vida desde una perspectiva diferente y una de ellas es el aprender en serio y en carne propia a fluir, a confiar, a entregarme, a entender que de nada sirve hacer fuerza y que si nadas contra la corriente pues lo más probable es que te ahogues.

Recuerda que lo que se resiste – persiste.  Suelta, disfruta el andar, déjate llevar por el olor de tu café en la mañana, por el cantar de los pájaros en tu ventana, por el rayito de sol que te acompaña.  Cierra tu día con un inventario “sesudo” de agradecimiento por cada uno de los instantes que viviste las pasadas 24 horas, menciónalos, ríete de nuevo, siéntelos en tu cuerpo, date cuenta de cuantas cosas dabas por dadas.

Agradecer es la llave maestra para una vida en la infinita abundancia.

Go For It NOW!

 

Pic By: Sofía Angel @sofiaunarchived_

 

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